En Corona nos encanta visibilizar las diversas maneras en que se puede vivir la paternidad. Por lo mismo, nos contactamos con Cristián Escalona y Rodrigo González, también conocidos como “Dos Papás en Chile”, para que nos contaran cómo ha sido ser padres de Yanay (9), Felipe (8) y Miguel (6).
En tiempos en que la paternidad responsable todavía sigue siendo un tema en la sociedad chilena (para muestra un botón les invitamos a revisar los resultados del registro de deudores de pensiones alimenticias), resulta esperanzador e inspirador la historia de Cristián Escalona y Rodrigo González, los “Dos papás en Chile”, que tras 19 años de vida en pareja decidieron agrandar la familia y adoptar a los hermanos Yanay, Felipe y Miguel.
Esta decisión, que no ha estado exenta de desafíos (les recomendamos ver el reportaje que les hizo Chilevisión Noticias), les cambió la vida y los conectó con el reto principal de esta etapa: ser la mejor versión de papás cada día. Ello, porque si bien la adopción no fue simple, lo más complejo que han enfrentado es la cotidianidad del “ser padre”, que no está libre de caos y corridas.
En esa línea, rescatan que en este camino han podido derribar mitos y estereotipos sobre adopción y modelos de familia, lo que los llena de orgullo.
Al preguntarles cómo se definirían como papás, no dudan en responder que están súper involucrados en el día a día de Yanay, Felipe y Miguel. “Nos gusta mucho estar con nuestros hijos. Nos preocupamos de que la entretención sea parte central de lo que hacemos. Nuestro mejor panorama es estar juntos los cinco compartiendo alguna experiencia. Algo tan simple como preparar el almuerzo lo hacemos en familia donde todos participan y nos divertimos cantando y bailando. Además, nos gusta estudiar juntos, jugar y pasarlo bien. Los días son largos y a veces nos sentimos agotados, pero la mejor recompensa es verlos sonreír y dormir felices. Ahí es cuando volvemos a cargar energía para partir un nuevo día”, relatan.
Lo anterior supone compartir tareas, pero también roles. Desde esa perspectiva señalan que siempre hay roles en la crianza que se van asumiendo de manera espontánea y natural, pero en general lo hacen todo juntos.
“A ambos nos gusta estar conectados con las actividades de los niños, nos distribuimos las tareas y vamos compartiendo los avances, sobre todo del colegio. Las reglas son las mismas y como tenemos una gran comunicación es fácil ponernos de acuerdo. Sin embargo, en algunas cosas uno es más exigente que el otro. Por ejemplo, en la presentación personal o en el cumplimiento de los horarios. Pero nos resulta fácil ponernos de acuerdo y los niños saben que estamos super coordinados así que saben que lo que dice uno es porque el otro está de acuerdo”, enfatizan.
Los “Dos papás” en ojos de sus hijos
Le propusimos a los Dos papás en Chile que pensaran cómo les gustaría que sus hijos los describieran y nos contestaron que ellos los ven exigentes, cariñosos, energéticos, regalones, responsables y comprensivos. “Pero lo que más nos gusta es que nos ven como personas importantes en sus vidas que les damos protección, amor y cuidado. Probablemente, al igual que muchos papás nos gustaría que no sintieran que las responsabilidades que hemos asumido les restan tiempo a ellos”, comentan.
En ese sentido, ante la posibilidad de dejarles un legado a sus hijos eligen una enseñanza clave: “la vida hay que disfrutarla, pues todos los días decidimos ser felices”.
Por lo mismo, dicen que deben tener la certeza que con pasión y convicción los sueños sí se hacen realidad, por grandes que sean. “Que en el bello camino de la vida conocemos grandes personas con las que compartimos innumerables experiencias y que todos jugamos un rol activo en un mundo diverso donde las diferencias son la gran riqueza de la sociedad y nosotros somos el fiel reflejo”, rematan.