Nuestra modelo infantil nos cuenta sobre su experiencia como parte de los Desfiles Inclusivos de Corona y nos habla sobre la importancia de visibilizar a las personas con síndrome de down en la moda.
Cada 21 de marzo, Naciones Unidas nos invita a través del Día Mundial del Síndrome de Down a “generar una mayor conciencia pública sobre el síndrome de down y a recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones”.
En Corona compartimos ese espíritu, por lo mismo, en esta fecha tan importante para la inclusión quisimos conocer un poco más de nuestra modelo infantil, Fátima Esperanza Gutiérrez Aldana (11), quien participó de nuestros dos desfiles inclusivos de 2022 (Vitacura y Santiago).
Pero ¿quién es Fátima -Fati- Esperanza? Ella lo resume en dos líneas: “tengo 11 años, me gusta jugar con las Barbies. Me gustan las fotos, conversar y me gusta ir al taller de teatro con mis amigos”.
Ese interés por las artes escénicas, pero también su trayectoria saliendo desde guagua en revistas y comerciales sumado a fuertes episodios de bullying -que habían bajado su autoestima- motivaron a su mamá, la periodista y fundadora de Una Escuela para todos, Claudia Aldana, a animarla a ser parte del casting de los desfiles inclusivos de Corona. Según Claudia, integrarse a estas pasarelas le cambió la vida, tanto así que ahora Fati dice que quiere que las fotos y los desfiles sean su “trabajo”.
En esa línea, Fati confiesa que le gusta ser parte de los desfiles, porque la peinan y maquillan, además ve a Daniel (encargado de seleccionar los looks), a quien define como su mejor amigo. “Me ayuda a elegir la ropa que es muy linda. Me pongo muy feliz cuando nos aplauden”, señala.
Para Fati lo mejor de esta experiencia es que los niños y niñas que desfilan van junto a sus papás y mamás. “Me pongo nerviosa antes del desfile, pero me gusta mucho. Me gusta ver a los perritos que desfilan, que son muy tiernos. Me gusta que me tomen fotos y me veo bonita. Me gusta cambiarme rápido de ropa, así, así -lo actúa- y no me gusta la canción tan fuerte”, comenta.
En cuanto a por qué cree que es importante que más niñas, niños y adolescentes con síndrome de down participen como modelos de marcas de moda, Fati no duda en señalar que le gusta mucho que haya modelos como ella, que sean bebés y grandes. “Me gusta porque nos vemos bonitas, nos ponemos felices que nos aplaudan y en los desfiles conocemos amigas y amigos nuevos como yo”, concluye.