La multifacética rostro de Corona, nos relata qué la motivó a ser madre y nos cuenta cuáles han sido los principales desafíos y aprendizajes de esta etapa en compañía de su “bebé estrella”, Fede.
Partimos nuestro mes de celebración y homenaje a las madres de Corona con una mujer que nos inspira y encanta: Paula Miranda, quien es psicóloga, deportista de vela inclusiva, Miss Wheelchair Chile 2017 y rostro de nuestra marca desde hace cinco años. Durante casi ese mismo periodo intentó ser madre, sin éxito. Sin embargo, cuando estaba a punto de iniciar un tratamiento de fertilidad, se enteró que estaba embarazada de Federico (Fede), quien nació en octubre de 2022.
Paula nos confiesa que su embarazo no fue un periodo sencillo. De hecho, el primer ginecólogo que consultó se dedicó a realizar los procedimientos de rutina, pero ignoró su situación de discapacidad. “Ahí decidimos cambiarnos de médico a uno que nos recomendaron, que tenía un equipo súper preocupado, que estudiaron mi caso, me explicaron todos los pasos a seguir, todo lo que podía pasar y lo que no, además de los medicamentos que tenía que tomar en el proceso”, añade.
Ese apoyo fue fundamental debido a que en los primeros tres meses no lo pasó muy bien, ya que tuvo muchas náuseas y se desmayaba seguido producto de su disautonomía. Luego, a los cinco meses, se contagió de influenza y del virus sincicial, por lo que tuvo que internarse en la clínica por diez días. “Yo pensé que tendría un ‘embarazo perfecto’, pero fue todo lo contrario. Recién empecé a disfrutar cuando tenía seis meses, pero Fede nació finalizado el octavo, así que al final lo disfruté entre comillas, porque también tenía una tremenda guatita (…) era complejo hacer las cosas con silla de ruedas, porque no me podía sentar, prácticamente estaba acostada”, relata.
No obstante lo anterior, recuerda su parto con mucho cariño y señala que fue super respetado. “La matrona siempre nos acompañó en todo. Mauricio, mi marido, siempre estuvo al lado, que era lo que había pedido (…) iba con mucho miedo, pero ellos me ayudaron a estar tranquila. Así que todo resultó mucho mejor de lo que pensaba”, afirma.
En ese sentido, se considera afortunada, porque está convencida que Chile no está preparado para acoger distintas formas de maternidad: “Tengo la suerte de que me puedo atender en el sector privado y con un tremendo equipo médico. Yo he hablado con varias mamás que no tienen discapacidad y han tenido muchos problemas, especialmente en la salud pública, donde no se han respetado sus partos. Han tenido problemas con los médicos, las han tratado pésimo, han sufrido dolor y las dejan en piezas prácticamente solas. He sabido de muchas historias súper terribles. Así que creo que como país no estamos preparados en todo sentido. Por ejemplo, para poder encontrar un buen equipo médico o personas que realmente sean profesionales cuesta bastante, porque he visto mucho la vulneración de derechos de las mujeres cuando han tenido sus partos, no han podido estar acompañada de su marido, pareja, pololos, pololas, etcétera”.
Si eso pasa con las personas sin discapacidad -agrega- el escenario para las personas con discapacidad es aún más sombrío. “No estudian nuestros casos (…) A la gran mayoría de las chicas que conozco las han dormido en su parto. Mi médico lo primero que me dijo es que no me iba a dormir, porque quería que viviera y disfrutara mi parto, que viera a mi bebé. Entonces me explicó la anestesia que me iban a colocar y claro, hay otras chicas que no han podido tener esa posibilidad de estar presentes en su parto, porque les colocan anestesia general y después despiertan con su bebé. No viven el proceso”, señala.
Los aprendizajes de ser madre
Paula se define como una mamá aperrada, que intenta hacer y dar todo por Fede de quien dice es una guagua muy tranquila, mala para llorar y que duerme toda la noche. Además cree que también es muy aperrado, ya que los acompaña a todos los lugares y se ha adaptado muy bien a la vida que llevaba junto a su marido. De hecho, ha revolucionado a la familia de ambos, ya que es el primer nieto del lado de Mauricio y el “conchito” de su familia. “Es el regalón de todos”, dice emocionada.
En ese contexto, se siente muy agradecida, pero también nos revela las dificultades que ha vivido en otros planos, particularmente en el ámbito profesional donde no lo pasó bien debido a problemas con una empresa en la que trabajaba. “Fue un proceso complejo, pero nada que pueda opacar lo que ha sido mi maternidad (…) Después espero volver a trabajar como psicóloga y volver al deporte también, que está todo en stand by, porque ahora quiero dedicarme 100% a Fede”, expresa.
Paula como rostro de Corona
Para Paula ser rostro de Corona ha sido lo máximo, más aún por ser la primera marca de moda en Chile, que comenzó a hablar sobre diversidad e inclusión. “Poder visibilizar, a través de Corona, a las personas con discapacidad y demostrar que podemos ser profesionales, modelos también, etcétera (…) demostrar que tener una discapacidad no te limita para hacer estas cosas (…) Estoy demasiado agradecida de que me hayan llamado a formar parte del Team Corona y de ser parte de ustedes. Aparte que todos los que trabajan siempre han sido súper preocupados como equipo de trabajo, pero también como amigas”, concluye.